Lasredes sociales, influencers y la publicidad personalizada elevan la presión de exhibir una vida aparentemente perfecta a niveles sin precedentes.Mantener estas apariencias en el estilo de vida es significativo, pues puede provocar deudas y mostrar cierto estándar de vida que puede afectar la salud mental y la estabilidad financiera a largo plazo.

Según la encuesta Modern Wealth Index 2019 de Schwab, los gastos de más de un tercio de los estadounidenses están influenciados por las redes sociales. Incluso, algunos confesaron que gastan más de lo que pueden permitirse para no perderse de la diversión.
Cuestionar las normas sociales que rigen un estilo de vida costosopuede liberar recursos significativos. No tener miedo a alejarse de las expectativas convencionales puede ayudar a salvaguardar el bienestar financiero.
Si se busca tener un gusto de vez en cuando, lo mejor es buscar ofertas, descuentos y comprar artículos de calidad sin precios exorbitantes. Además, es fundamental aprender a decir no, muchas veces se aceptan gastos que pueden comprometer la estabilidad económica, por lo cual negarse a participar es algo bueno.
Poder encontrar el equilibrio entre mantener las apariencias y cuidar la salud financiera es una habilidad que se obtiene con el tiempo.Adoptar estrategias realistas, reevaluar las prioridades y desafiar las normas convencionales, permiten disfrutar un estilo de vida gratificante sin caer en la trampa de endeudamiento innecesario.