La tarde del jueves 1ro de agosto, los presidentes, Andrés Manuel López Obrador (México), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Gustavo Petro (Colombia) tuvieron una conversación telefónica donde hablaron sobre la situación de Venezuela y lanzaron un pronunciamiento en torno a la situación que se enfrenta el país sudamericano.
Las tres naciones convocaron a los actores políticos y sociales involucrados en la crisis a “extremar la máxima cautela y moderación en sus manifestaciones y eventos públicos, a fin de evitar una escalada de episodios violentos”. También se dijeron “dispuestos a apoyar los esfuerzos de diálogo”, al tiempo que pidieron mantener la paz social y proteger las vidas humanas.

Por último, llamaron a las autoridades electorales a “avanzar con celeridad” y hacer pública la información desagregada por mesa electoral. “Las controversias relativas al proceso electoral deben resolverse por medios institucionales. El principio fundamental de la soberanía popular debe respetarse mediante una verificación imparcial de los resultados”, subrayaron.