La Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en territorio mexicano. Con 409 votos a favor y 69 en contra, se dio luz verde a la iniciativa promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca proteger la biodiversidad del país y garantizar la seguridad alimentaria. Para ello, el dictamen establece que el maíz es un “elemento de identidad nacional” y que su cultivo debe realizarse sin modificaciones genéticas que alteren su estructura natural.
Asimismo, el artículo 4 reformado subraya que el maíz es “base de la existencia de los pueblos indígenas y afromexicanos” y que por lo tanto, su cultivo debe mantenerse libre de transgénicos para evitar su contaminación genética. Por su parte, el artículo 27 establece que el Estado fomentará la producción con semillas nativas mediante infraestructura, asistencia técnica e investigación.

La reforma también tiene implicaciones en la relación comercial con Estados Unidos y Canadá, pues un panel del T-MEC determinó que la prohibición impuesta por el gobierno mexicano a la importación de maíz transgénico en 2023 no cumplía con los estándares internacionales. Pese a ello, el gobierno de Sheinbaum defendió la medida como un acto de soberanía y preservación ambiental. Sin embargo, algunos expertos advierten que esta reforma podría generar tensiones comerciales con Estados Unidos.
La iniciativa ahora será turnada al Senado para su discusión y eventual aprobación final, lo que podría representar un hito en la legislación ambiental y agraria de México.