El proceso de desafuero contra el diputado Cuauhtémoc Blanco ha iniciado formalmente, luego de que la Sección Instructora de la Cámara de Diputados admitiera la denuncia en su contra. Con ello, ha comenzado el periodo de 30 días en el que tanto la parte acusadora como el legislador podrán presentar pruebas para determinar si existen elementos suficientes para proceder con la remoción de su fuero. Tras este periodo de pruebas, se tendrán hasta 60 días para emitir un dictamen de resultados.
El caso de Cuauhtémoc ha generado controversia, no solo por su condición de exgobernador, sino por las acusaciones que enfrenta. Entre ellas, se señala una presunta tentativa de violación en contra de su media hermana, además de investigaciones por corrupción vinculada a pagos irregulares cuando estuvo al frente del gobierno estatal. Aunado a ello, el exfiscal de Morelos, Uriel Carmona, ha mencionado que existen al menos 10 carpetas de investigación que podrían fortalecer el caso en su contra.
A pesar de las acusaciones, Blanco ha asegurado que se trata de una persecución política y ha insistido en su inocencia, a la vez que anunció su intención de promover iniciativas para proteger a los hombres de acusaciones que considera infundadas. Por su parte, Ricardo Monreal ha declarado que su partido no intervendrá en su defensa en caso de que se determine que hay indicios de culpabilidad: “En Morena no se solapará ninguna conducta indebida. Si hay pruebas, el proceso debe continuar”.
El desafuero de un legislador es un procedimiento que requiere la aprobación del Pleno de la Cámara de Diputados con una mayoría de dos terceras partes. En caso de aprobarse, Blanco quedaría sin protección constitucional y podría ser sujeto a un juicio penal ordinario. Mientras tanto, el proceso sigue su curso y en las próximas semanas se conocerá si hay elementos suficientes para retirar el fuero a Cuauhtémoc Blanco, una decisión que podría marcar un precedente en la lucha contra la impunidad.
