El gobierno de Puebla, bajo el liderazgo de Alejandro Armenta, ha logrado un hito en la seguridad energética del país: durante el primer trimestre de 2025, la entidad registró una reducción del 48% en tomas clandestinas de combustible en comparación con el mismo periodo del año anterior, consolidándose como el estado con mayor avance en el combate al huachicol a nivel nacional.
De acuerdo con datos presentados por la Subdirección de Transporte de PEMEX en la Mesa de Coordinación en Seguridad encabezada por Omar García Harfuch, Puebla pasó de 341 tomas ilegales en el primer trimestre de 2024 a solo 179 en el mismo lapso de este año. Este resultado representa no solo un logro local, sino una referencia nacional en un contexto donde el robo de hidrocarburos continúa en aumento en otras entidades. El análisis mensual refleja una tendencia constante a la baja.

Estos avances se atribuyen a una estrategia de seguridad basada en operativos de inteligencia, vigilancia focalizada y una renovada coordinación entre fuerzas estatales y federales. Desde el inicio de su administración, Armenta ha definido como prioridad el combate frontal al robo de combustible, una problemática que históricamente ha afectado al estado y a sus comunidades.
Mientras tanto, otras entidades muestran una preocupante alza en este delito:
- Hidalgo: 1,918 tomas en los primeros nueve meses de 2024 (↑167%)
- Jalisco: 1,465 tomas (↑107%)
- Tamaulipas: 990 tomas (↑182%)
- Nuevo León y Coahuila también duplicaron sus cifras.
En contraste, Puebla destaca por revertir la tendencia, perfilándose como un modelo nacional de efectividad en el combate al huachicol. Autoridades federales han reconocido estos resultados como un ejemplo de cómo la voluntad política, la coordinación institucional y la aplicación inteligente de recursos pueden traducirse en seguridad y confianza para la ciudadanía. Con este logro, el estado no solo fortalece su infraestructura energética, sino que también envía un mensaje claro al crimen organizado.