Taylor Swift dejó el país ayer a la media noche, apenas terminó su cuarto y último concierto en la Ciudad de México y se llevó un grato recuerdo del país, no sólo por ver lleno el Foro Sol durante cuatro noches, sino por el obsequio que le hizo el personal de producción local: Una litografía de Frida Kahlo. Nos cuentan que a la cantante no la dejaron salir a explorar la ciudad, debido a la euforia que causaría en las calles, así que se tuvo que conformar con mirar desde las ventanas de la casa donde permaneció.