El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró este domingo una situación de emergencia nacional derivada de la intensificación de fenómenos climáticos que están afectando severamente a diversas regiones del país. Esta medida se tomó luego de participar en una sesión del Puesto de Mando Unificado en la Sala de Crisis de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) en Bogotá, donde se evaluó la vulnerabilidad creciente de los territorios frente a eventos climáticos inusuales.
Aunque la declaratoria implica una situación de emergencia en todo el país, el gobierno concentrará sus esfuerzos de ayuda en tres zonas particularmente afectadas: la Alta Guajira, el departamento del Chocó y la ciudad de Bogotá. Mientras que en los dos primeros se ha informado de inundaciones devastadoras con al menos veinticinco mil familias afectadas con destrozos en hogares y cultivos, la capital presenta una situación diferente de vulnerabilidad climática ocasionada por escasez de agua.
La UNGRD indicó que la declaratoria de emergencia facilitará la reubicación de recursos presupuestales y permitirá que los fondos necesarios lleguen de manera rápida a las regiones afectadas. Asimismo, informó que el gobierno colombiano comenzará con un apoyo inicial de 2,500 millones de pesos para comenzar con el operativo logístico de ayuda humanitaria inmediata.
En este contexto, el presidente informó la cancelación de su asistencia a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) que se celebrará del 11 al 22 de noviembre en Bakú. Pues a pesar de lamentar su ausencia en la discusión global sobre estos mismos temas, reiteró que el país lo requiere para atender de manera efectiva la emergencia ambiental.