Con 34 votos a favor y seis en contra, el Congreso de Puebla aprobó la polémica reforma de supremacía constitucional, la cual impide que las reformas constitucionales puedan ser impugnadas judicialmente. Los legisladores de Morena sostuvieron que la reforma responde a la voluntad popular y que es un paso necesario para proteger la Constitución: “Nada, ni nadie, por encima de la Constitución”, enfatizó García Parra, argumentando que esta medida elimina los “privilegios” del Poder Judicial, al tiempo que salvaguarda la soberanía y legitimidad de los ciudadanos.

En contraste, los diputados de oposición alzaron la voz para acusar a Morena de aprovechar su mayoría en el Congreso para imponer esta ley que, en palabras de la diputada priista Delfina Pozos, “rompe con el equilibrio y la separación de poderes”. Asimismo, advirtieron sobre los peligros de la concentración de poder en el Ejecutivo, sugiriendo que esta reforma podría vulnerar los derechos de los ciudadanos al limitar su capacidad de disentir legalmente con lo propuesto desde el gobierno federal.
De esta manera, Puebla se volvió el día de ayer el onceavo estado en aprobar esta iniciativa enviada desde el Congreso de la Unión. Aunque hasta el momento, la reforma ya cuenta con el mínimo de aprobación en 17 Congresos locales para su pronta publicación en el Diario Oficial de la Federación.

