Posterior a la aprobación de la Reforma Judicial en el Congreso de la Unión, la iniciativa fue turnada a cada uno de los Congresos locales de los estados de México. Pues al tratarse de un paquete de modificaciones constitucionales, la ley estipula que además de la aprobación en Cámara de Diputados y Cámara de Senadores, también se requiere de la votación a favor en mínimo 17 sedes legislativas estatales. No obstante, para muchos este paso sólo era un tema de trámite, ya que la coalición oficialista tiene mayoría en 20 Congresos.
En este sentido, tenemos casos como el Congreso local de Oaxaca, el cual instauró un nuevo récord en el tiempo de aprobación a tan sólo una hora y 57 minutos después de que le enviaran la iniciativa desde Cámara de Senadores. Asimismo, han habido peculiaridades como la de Durango, un estado gobernado por el PRI, el cual a través de sus representantes secundó la votación local de la reforma. Por ahora, Querétaro es el único estado que rechazó la reforma al ni siquiera dejar que se presentara en el pleno.
A menos de 24 horas de su envío, la Reforma Judicial ya cuenta con la aprobación en los Congresos de 18 estados: Oaxaca, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Yucatán, Baja California Sur, Colima, Nayarit, Durango, Campeche, Sinaloa, Tlaxcala, Baja California, Morelos, Zacatecas, Puebla y Guerrero.
En este sentido, la ministra presidenta Norma Piña se ha pronunciado en contra de las aprobaciones locales y ha comentado que desde la Suprema Corte se está evaluando la posibilidad de desechar la iniciativa mediante algún recurso legal:
“Más en esta situación, que es muy probable, como la mayoría saben, que pueda llegar a través de algún mecanismo, amparo, acción, controversia. Ha habido una discusión en cuanto al contenido sustancial de la norma constitucional, si puede ser objeto o no de estos mecanismos de control constitucional o únicamente los procesos legislativos, pero no me puedo pronunciar“.