A un día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump concentran sus esfuerzos finales en un puñado de estados que podrían decidir el resultado en el Colegio Electoral. La candidata demócrata pasará todo el lunes en Pensilvania, teniendo eventos en Allentown y un mitin en Filadelfia al que asistirán personalidades del espectáculo estadounidense como Lady Gaga. La presencia casi permanente de Kamala en este estado se vincula con el hecho de que para varios analistas la pérdida de Pensilvania representaría la también la pérdida de su oportunidad para ganar la presidencia.
Por otro lado, el candidato republicano recorrerá tres estados para la realización de cuatro mítines: uno en Raleigh (Carolina del Norte), dos en Reading y Pittsburgh (Pensilvania) y un último en Grand Rapids (Michigan); este último pasará a formar parte de la tradición en la que Trump concluyó sus dos campañas presidenciales anteriores en ese mismo estado.
En este contexto, las encuestas apuntan a que Harris y Trump tienen amplias ventajas en 43 estados, acumulando cerca de 200 votos electorales cada uno. Es importante recordar que el candidato ganador debe alcanzar al menos 270 de los 538 votos electorales para asegurar la presidencia. Con esto, la carrera se reduce a los siete estados en disputa, donde las encuestas muestran una competencia tan cerrada que todos los resultados se encuentran dentro de los márgenes de error. Por lo tanto, todo parece indicar que el resultado se mantendrá en suspenso hasta el último momento.
En este sentido, la elección promete un resultado histórico independientemente de quién gane: Trump se convertiría en el primer presidente electo con una condena por un delito grave y el segundo mandatario en ganar una reelección no consecutiva; mientras que Harris sería la primera mujer, de una comunidad negra y de ascendencia asiática en llegar a la presidencia, cuatro años después de hacer historia al convertirse en la primera vicepresidenta con estos mismos antecedentes.