Experimentar admiración profunda por algo o alguien es un bálsamo para el sistema nervioso, mejora la salud mental y es una fuente de inspiración. Y es que, en un mundo saturado de información, nuestra capacidad de sorpresa se va reduciendo. Cuando la atención está repartida en demasiados focos, es difícil sentirnos desbordados ante una experiencia o percepción.
El psicólogo Dacher Keltner, profesor de la Universidad de California, señala que la sorpresa es muy beneficiosa para la salud mental, pues ayuda a eliminar los pensamientos negativos o de autocrítica. Además, estimula el clúster de neuronas las cuales reducen el ritmo cardiaco, aligeran la digestión y hacen la respiración más profunda.
Es por eso que aquí les dejamos tres sencillos consejos para fomentar su capacidad de asombro:
Prestar atención
Tenemos mil motivos para el asombro, pero para que este pueda atraernos debemos estar atentos. Mientras tengamos la cabeza en otra parte, proyectándonos al pasado o al futuro, no podremos experimentarlo.
Apreciar la bondad ajena
Tanto si se trata de personas que conocemos como a través de biografías o documentales, los actos de generosidad y compasión de los demás tienen la capacidad de conmovernos, especialmente hoy en día que vivimos rodeados de noticias negativas.
Elegir nuevos caminos
La monotonía asesina el asombro. Por eso, involucrarnos en nuevas experiencias es otra forma de rescatar esta capacidad. Tomar una ruta distinta a la habitual, comer en un restaurante al que normalmente no vamos, escuchar música nueva o leer a un autor desconocido son maneras de facilitar el asombro.